NO PUEDO AMAR A DIOS
Una mujer estaba ansiosa con respecto a su alma. Oraba y trabajaba ardientemente para amar a Dios, con el fin de obtener el perdón de sus pecados, pero cuanto más hacía parecía que su corazón se ponía más duro.
En ese tiempo, cerca de su casa se celebraban unas reuniones de evangelización a las que ella asistió. Una noche, escuchó del predicador “Algunos creen que Dios requiere de nosotros que le amemos para que Él nos salve. Así que empiezan a examinar sus corazones pero no hallan ni una partícula de amor en ellos. Si fuese así: “sólo porque le amemos”, nunca seriamos salvos; pero la verdad bendita es que Él nos ama “en esto consiste el amor: no que nosotros hayamos amado a Dios, sino que Él nos amó a nosotros, y ha enviado a su Hijo en propiciación por nuestros pecados” 1ª Juan 4:10”
En el preciso momento en que aquella mujer comprendió que Dios la había amado de tal manera que hasta dio a Jesús en propiciación por sus pecados, fue cuando su corazón se llenó de paz y gozo, y fue entonces cuando amó grandemente a Aquél que hizo tanto por ella. “El que no ama, no conoce a Dios; porque Dios es amor”
¿Has procurado tú amar a Dios con el fin de ser salvo? Si ha sido así, cesa en ese empeño. Es verdad que debes de amar a Dios, pero mientras no seas salvo, es decir mientras no comprendas la obra de Dios en ti por medio de la salvación en Jesús, no lo conseguirás.
Joaquín Pujol
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